Haciendo un sifón
Llenemos uno de los baldes con tres cuartas partes de agua y pongámoslo en la pileta.
El otro balde lo dejaremos en el suelo casi directamente debajo del balde de la pileta.
Sosteniendo en cada mano ambos extremos del tubo, hay que llenarlo de agua del grifo. Después, cubramos las salidas de los extremos con los dedos para que el agua no se escape. Rápidamente, metamos uno de los extremos dentro del agua del balde que está en la pileta, y dejemos que el otro extremo cuelgue sobre el balde que está en el suelo. Quitemos los dedos de los dos extremos del tubo al mismo tiempo y veremos cómo el agua fluye por éste, subiendo por encima del borde del balde que está en la pileta, para caer en el balde que está en el piso.
Esta operación requiere alguna práctica. Tendremos que probar a hacerla más de una vez, pero no es difícil.
¿Por qué el agua fluye por encima del borde del balde?
Porque al sacar el dedo del extremo inferior del tubo, alguna porción del agua cae. El agua que sale del tubo deja un espacio vacío. La presión atmosférica ejercida sobre la superficie del agua en el balde más alto empuja al agua hacia arriba en el tubo, para llenar ese vacío.
Entonces cae más agua por el extremo inferior del tubo, siendo reemplazada otra vez debido a la presión atmosférica, y así el agua continúa fluyendo a través del tubo sifón.
Un sifón es un invento muy útil, porque permite que podamos sacar un líquido de un recipiente en caso de que éste sea demasiado pesado para alzarlo o ladearlo.
¿Qué hemos aprendido?