El sonido
Vivimos rodeados por un mar de sonidos. No hay un solo minuto del día en que no oigamos sonidos.
Por medio del sonido somos conscientes de nuestro entorno, podemos advertir peligro al escuchar un carro antes de cruzar la calle, o nos proporciona placer escuchar el canto de los pájaros, el zumbido de los insectos, el susurro de la brisa entre las hojas y aun el suave murmullo del río.
Además, tenemos a disposición el medio más común de la humanidad para comunicar los pensamientos, el habla; esto es, sonidos a los que llamamos palabras.
¿Qué es el sonido?
El sonido es una forma de energía producida por un objeto que vibra.
Energía es la capacidad o facultad de hacer funcionar o mover algo, dándole impulso.
Vibrar significa moverse de un lado a otro. El zumbido producido por un elástico de hule tenso, es producido por los movimientos de la banda clástica al estirarse. Nos será fácil verla vibrar, porque se la ve muy borrosa al moverse de un lado a otro. Si golpeamos de canto con un tenedor sobre la mesa, veremos vibrar sus dientes al mismo tiempo que oímos el sonido que emite.
A medida que la vibración disminuye, disminuye el sonido.
Aprenderemos algo más acerca de la naturaleza del sonido haciendo el siguiente experimento.
¿Cómo llega el sonido a nuestros oídos?
Vamos a ver por qué podemos oír los movimientos que hace a un lado y otro un objeto que vibra, ya que después de todo el obieto vibrante no toca nuestros oídos. Podemos oír las vibraciones porque el aire las conduce hasta ellos. En su papel de transporte de las vibraciones entre el objeto y nuestros oídos, se le da al aire el nombre de medio, palabra derivada de la latina medius.
El aire sirve de medio o mediador, para llevar las vibraciones desde el objeto a nuestros oídos.
El aire no es el único medio que conduce el sonido; otros gases lo hacen. Los líquidos y los sólidos son aun mejores conductores del sonido. Podemos hacer un experimento que demostrará que los sólidos son medios a través de los cuales puede viajar el sonido.