Los sólidos como conductores de sonido
Coloquemos el reloj en un extremo de una mesa de madera en la que no haya otros objetos, y apoyemos el oído sobre el otro extremo de la mesa.
Oiremos nítidamente el tic-tac del reloj, con mucha más intensidad que si lo escuchára- mos sobre la mesa. Con lo que hemos probado que los sólidos (la madera), son mejores conductores que el gas (aire).
¿Qué hemos aprendido?