Cuidando de una huerta vertical
Los jardines verticales en general ocupan ser regados más a menudo que cultivos tradicionales. Se recomienda revisar la humedad de la tierra a diario. Si la tierra se seca muy rápido, esto se puede deber a que el contenedor no es lo suficientemente grande, o que la exposición al sol es muy alta. Se recomienda usar recipientes más grandes, y regular la exposición a la luz solar.
Es usual escuchar que las huertas verticales tienen menos problemas con pestes debido a su colocación en gradientes y el aislamiento entre bloques de plantas y el suelo. Esta visión está sesgada en argumentos sin rigor científico, para los cuales hace falta investigación.
Lo cierto es que este tipo de agricultura no está exento del asedio de plagas, por lo que se debe estar atento a la condición de las plantas. Se recomienda revisar las plantas en busca de pestes cada 3 o 4 días en el caso de plantas efímeras y de poco follaje. Si se tratara de plantas más tupidas y grandes, se recomienda monitorearlas semanalmente, y si fueran leñosas, cada dos semanas.
Se pueden colocar trampas pegajosas en la estructura donde se apoyan las plantas, y revisarlas una vez por semana, pero no como una medida principal contra plagas, sino como un indicador de la actividad de las mismas.
Las plagas más comunes en sistemas controlados son artrópodos y hongos. Para ello, se puede usar un insecticida orgánico con propiedades fungísticas como el APICHI (Ajo-Pimienta-Chile), cuya preparación y uso se describe en los anexos.
Cabe destacar que no se recomienda hacer recirculación de agua, ya que puede facilitar la propagación de patógenos.